La junta militar de Myanmar liberó al controvertido monje budista Ashin Wirathu, conocido por su retórica nacionalista y antimusulmana. Anteriormente había sido acusado de sedición contra el gobierno civil, que desde entonces fue depuesto en un golpe militar en febrero. El monje títere es conocido por sus puntos de vista pro-militares
Agencia Notimexico.- El monje títere es conocido por sus puntos de vista pro-militares.
Ha sido apodado el «Bin Laden budista» por sus discursos dirigidos a los musulmanes, en particular a los rohingya.
En los últimos años, había aparecido en manifestaciones pro-militares pronunciando discursos nacionalistas y criticando a la entonces líder Aung San Suu Kyi y su gobierno de la Liga Nacional para la Democracia.
En 2019 fue acusado de incitar «odio y desprecio» contra el gobierno civil.
Wirathu luego se fugó, antes de entregarse a las autoridades en noviembre del año pasado. Había estado esperando juicio desde entonces.
El lunes, el gobierno militar dijo que se habían retirado todos los cargos en su contra, pero no dio ninguna razón.
Agregó que buscaba tratamiento en un hospital militar. Se desconoce el estado de salud de Wirathu.
Wirathu ha sido acusado de avivar la violencia contra los musulmanes y los rohingya en Myanmar, y fue uno de los rostros más prominentes del movimiento 969, un movimiento nacionalista budista que pide a los budistas que compren, vendan propiedades y se casen dentro de su propia religión.
En el apogeo de su popularidad, tenía decenas de miles de seguidores en línea viendo sus sermones en las redes sociales o asistiendo a sus mítines.
Fue catapultado a la vista del público por sus discursos en 2012, cuando estalló una violencia mortal en el estado de Rakhine entre musulmanes, principalmente rohingya, y budistas.
Al año siguiente, la revista Time lo puso en su portada con el titular: ¿El rostro del terror budista?
En 2017, la máxima autoridad budista de Myanmar le prohibió predicar durante un año, y en 2018, Facebook borró su página por discursos de odio.
Myanmar, un país de alrededor de 54 millones, tiene el budismo como su religión principal.
