Ómicron avanza y los hospitales de EEUU se llenan ante el rezago de UCI

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Cardiac surgery with cardiopulmonary bypass monitor

La proporción de casos graves es menor que en olas anteriores; sin embargo, las hospitalizaciones por covid aumentan mientras escasea el personal de salud

Notimexico/Agencias.- En hospitales de todo Estados Unidos, los médicos se están dando cuenta de algo: esta ola de COVID-19 luce diferente a la anterior.

De nuevo, a medida que se enfrenta a la muy contagiosa variante ómicron, el personal médico está exhausto y sus miembros se están contagiando. Además, el número de pacientes que ingresan a los hospitales con la variante está incrementando a niveles sorprendentes, por lo que se saturan camas muy necesitadas, se retrasan procedimientos no urgentes y aumenta el riesgo de que pacientes vulnerables no infectados contraigan el virus.

No obstante, en áreas de altos contagios de la variante ómicron desde Nueva York pasando por Florida y hasta Texas, una proporción más pequeña de esos pacientes están ingresando a unidades de cuidados intensivos (UCI) o requieren respiradores artificiales, afirmaron médicos. Además, muchos —alrededor de entre el 50 y el 65 por ciento de los ingresos en algunos hospitales de Nueva York— llegan en búsqueda de atención médica por otro padecimiento y después dan positivo al virus.

“Estamos viendo un incremento en el número de hospitalizaciones”, señaló Rahul Sharma, médico jefe de urgencias en el centro médico Weill Cornell del Hospital Presbiteriano de Nueva York. Sin embargo, la gravedad de la enfermedad se ve diferente a las olas anteriores, indicó. “No estamos mandando a tantos pacientes a la UCI, no estamos intubando a tantos pacientes y, en realidad, la mayoría de nuestros pacientes que acuden al departamento de urgencias y que dan positivo son dados de alta”.

Aunque todavía es temprano para predicciones en concreto, el cambio en los patrones hospitalarios coincide con los datos que sugieren que ómicron podría ser una variante con efectos más leves que aquellas que han llegado antes y es menos propensa a infectar los pulmones, donde podría causar una enfermedad grave. Sin embargo, la menor proporción de casos graves también ocurre debido a que, en comparación con las variantes anteriores, ómicron está contagiando a más personas que ya tenían inmunidad, ya sea por una infección previa o la vacuna. La gran mayoría de los pacientes con la variante ómicron en unidades de terapia intensiva no están vacunados o tienen sistemas inmunitarios muy comprometidos, mencionaron los médicos.

Los hospitales, que enfrentan falta de personal, están bajo una gran presión. En la ciudad de Nueva York, las hospitalizaciones han excedido el punto más alto del incremento que hubo el invierno pasado. El gobernador de Maryland, Larry Hogan, declaró estado de emergencia el martes, al señalar que el estado tenía más pacientes hospitalizados por COVID-19 que en cualquier momento previo durante la pandemia.

“Estamos en modo de verdad saturado”, comentó Gabe Kelen, director del Departamento de Urgencias de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore

El número de pacientes en las unidades de terapia intensiva es un indicador atrasado, el cual es posible que se eleve en las próximas semanas, afirmaron expertos. Lo peor es que algunos estados todavía enfrentan dificultades debido a la saturación causada por la variante delta, una variante previa del virus que podría ser más virulenta. (Los hospitales con frecuencia desconocen con qué variante están infectados los pacientes de nuevo ingreso).

Aun así, varios informes indican que la variante ómicron es un enemigo diferente a las versiones previas del virus. Además, los desafíos que los hospitales enfrentan —al menos por ahora— se tratan menos de acumular equipo y más sobre personal y contagios, opinaron médicos.

“Al principio de esta pandemia, nos preocupábamos sobre quedarnos sin cosas, como respiradores”, aseguró Ryan Maves, un médico de enfermedades infecciosas y cuidados críticos en la Facultad de Medicina Wake Forest en Winston-Salem, Carolina del Norte. “Ahora, las limitaciones verdaderas son obviamente el espacio en camas, pero más aun, el personal”.

Cuando surgieron los informes a principios de diciembre de que los hospitales en Sudáfrica manejaban relativamente pocos casos graves de la variante ómicron, los expertos recalcaron que los hallazgos debían ser interpretados con precaución. Sudáfrica cuenta con una población joven y una gran proporción había sido infectada por olas previas, lo que dejó a las personas afectadas con una inmunidad preexistente.

Pero ahora que el virus se ha propagado por todo el mundo, hay más evidencia de que más personas que se han infectado con la variante ómicron en las últimas semanas parecen estar menos graves que aquellas que se infectaron con otras variantes o durante brotes anteriores.

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