Juan, el joven otomí que fue rociado con alcohol y quemado por sus compañeros en una telesecundaria ubicada en Querétaro fue dado de alta. Su cuerpo se encuentra comprometido por diversas quemaduras. su madre aseguró que el muchacho podría experimentar problemas psicológicos por la agresión
Agencias/Notimexico.- Juan, el joven que fue agredido con fuego por sus compañeros en una telesecundaria ubicada en Querétaro fue dado de alta. Su cuerpo se encuentra comprometido por diversas quemaduras.
El menor de edad dejó este lunes el Hospital del Niño y la Mujer, punto en el que se encontraba desde el pasado 7 de junio, cuando uno de los alumnos de la escuela lo roció con alcohol y encendió las llamas gracias a un encendedor.
A su salida, Juan agradeció a la gente que lo ha apoyado y le ha brindado sus muestras de solidaridad. Según el padre del menor, el dolor del cuerpo de su hijo ha ido disminuyendo.
Sin embargo, pidió que se otorgue algún tipo de atención psicológica al menor, debido a las huellas psíquicas que significó este ataque llevado a cabo en una de las aulas del plantel.
El gobierno del estado ha dispuesto un vehículo para los traslados de la familia en los próximos tres meses; sin embargo, temen por la seguridad del niño de secundaria, debido a que viven cerca del lugar donde ocurrió la agresión.
Los atacantes del muchacho siguen libres. Por el momento Juan seguirá recibiendo atención médica semanal para atender sus quemaduras.
El pasado 7 de junio, el joven se encontraba en el plantel cuando uno de sus compañeros puso alcohol sobre su asiento y posteriormente le prendió fuego.
En lugar de llamar a las autoridades, informó a El Heraldo de México su abogado Fabián García, la maestra del muchacho procedió a ponerle cebolla sobre la herida para calmarle el dolor.
Cuando vio que esto no funcionaba, se llevó al joven a un médico particular. Para esto, lo sacó sin ningún tipo de autorización por parte de sus padres del plantel.
Las quemaduras de segundo y tercer grado fueron tan fuertes que se prevé que la víctima deba recibir injertos de piel. El motivo del ataque habría sido la discriminación que padeció el joven otomí durante meses y ante la cual las autoridades escolares no hicieron nada.
De acuerdo con el legista, el agresor ya había sido amonestado por llevar alcohol, encendedor y haber iniciado algún tipo de fuego en el plantel. Incluso, comentó en entrevista con Ana María Lomelí y Javier Aquino el pasado 4 de julio, se le había obligado a firmar una carta responsiva para evitar introducir estos artículos a la escuela.
