‘Canelo’ Álvarez inmortaliza a la cultura teotihuacana

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Su más reciente cinturón ganador está basado en la cultura del Valle de México. Los diseñadores llegaron a un producto único a través de la piedra obsidiana

Agencias/Notimexico.- El legado triunfador de Saúl ‘Canelo’ Álvarez tiene un eco que se remonta hasta la cultura milenaria de Teotihuacán, una conexión que es posible gracias al trabajo de mentes y manos creativas originarias del Valle de México.

La cultura teotihuacana es el símbolo que aparece en el cinturón que ganó ‘Canelo’ durante su última pelea el 6 de noviembre, ante Caleb Plant, con la cual se convirtió en el primer boxeador mexicano en unificar los cuatro títulos de la categoría súper mediano: ante el Consejo Mundial de Box (CMB), la Organización (OMB), la Asociación (AMB) y la Federación Internacional (FIB).

Los diseñadores de dicho cinturón, los hermanos Topacio y Gerardo Cuevas, explicaron a El Economista cómo nació todo el procedimiento hasta llegar a los guantes del campeón, que posó figuras teotihuacanas como la serpiente emplumada ante los ojos del mundo.

“El cinturón es una pieza que nos solicitó la Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de México, ha estado muy al pendiente de lo que hemos estado haciendo en Taller Obsidiana (su firma de diseño) incluso para otros proyectos, hay mucha comunicación y por eso nos asignaron el proyecto. Somos originarios del Valle de Teotihuacán y era una asignación muy puntual que el cinturón tenía que representar a la cultura teotihuacana”, explica Topacio, arquitecta con especialidad en diseño de interiores.

Taller Obsidiana cuenta con un respaldo de ocho años de producciones en los que incluso han colaborado con Tane, la joyería que elabora los trofeos de la Fórmula 1 para el Gran Premio de la Ciudad de México. Además, la familia Cuevas cuenta con tres generaciones y casi un siglo dedicándose al trabajo de la piedra obsidiana y en 2019 abrieron su tienda boutique, donde tienen más de 50 marcas de diseño mexicano con materiales como barro, vidrio y textil.

Tras recibir la asignación del cinturón con casi tres mes de anticipación, tuvieron dos semanas para presentar tres propuestas de diseño: la primera, basada en la deidad de Quetzalcóatl; la segunda, en Tláloc; y la tercera en una máscara teotihuacana. Al final, tanto la Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de México como el Consejo Mundial de Box (CMB) decidieron que fuera el primero.

“Decidimos poner los elementos más importantes de la cultura teotihuacana, donde hay muchas deidades, pero las principales son la pirámide del sol y de la luna y Quetzalcóatl. Empezamos a documentarnos de los materiales que utilizaban los teotihuacanos en sus ornamentaciones y decoración y encontramos que principalmente eran obsidiana y jade y usamos ambas. Luego colocamos serpientes emplumadas dando entrada a la parte central del cinturón, mientras que a los costados hay varios rombos que forman una malla que tiene dos propósitos: hacer la gráfica de los murales teotihuacanos encontrados en el valle y simular la piel de la serpiente emplumada”, describen los hermanos Cuevas.

El proceso de elaboración duró aproximadamente 10 semanas y participaron tres artesanos y los hermanos Cuevas como diseñadores para la fabricación de 40 piezas, aunque el ensamblaje fue realizado en el taller de la marca Cleto-Reyes, donde le añadieron la piel, herrajes, plata y un grabado con una firma, que posó ‘Canelo’ junto a una corona, un nocaut y 40 millones de dólares de bolsa.

“Con todo lo que ganó Canelo, ya es un cinturón invaluable, es un trofeo que ha recorrido muchísimos lugares y ya ganó, ya no tiene un valor (monetario), sobrepasó eso. ¿Cómo puedes valorar una pieza así en la que hay detrás esfuerzos del deportista y de los organizadores del evento?”, resaltan los hermanos al ser cuestionados sobre el valor que tiene el cinturón, aunque mencionan que sí recibieron un pago por parte de la Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de México por esta labor.

Gerardo Cuevas, con formación profesional como diseñador publicista, señala que el realizar el cinturón de ‘Canelo’ Álvarez es el escalón más alto al que han llegado en estos ocho años y los casi 100 en el legado de su familia, pero los prepara para dar el siguiente paso ya sea en el deporte o en otras industrias. También lo visualiza como un impulso importante para la cultura teotihuacana y el desarrollo de la piedra obsidiana.

“Hace 10 años la obsidiana era un sinónimo de artesanía que solo se encontraba en Teotihuacán, pero ahora, afortunadamente, ya está también sumada al diseño, reconocimiento, involucrada en deporte y eso ayuda muchísimo para que se fortalezca y crezca, para que volteen a ver a los artesanos como fuentes de ingreso. Es una evolución como el huichol, que solo vivía en un nicho y ahora es mundialmente conocido, relaciones como la de ‘Canelo’ abren la puerta a la obsidiana porque el deporte es un canal perfecto para que la conozcan más personas en el mundo y no está ni siquiera al 10% explotada en diseño”.

Cabe recalcar que el CMB lleva nueve ediciones de utilizar cinturones con culturas mexicanas como la huichol o mazahua, pero ahora le tocó a la teotihuacana ser parte de uno de los logros más importantes en la historia del deporte mexicano.

Desde 1988, cuando empezó a ser posible unificar títulos en los cuatro órganos rectores del box, solo cinco boxeadores lo habían logrado y ninguno era latinoamericano, hasta que llegó Saúl Álvarez en la categoría de las 168 libras, donde posee un récord de 57 victorias y 39 de ellas por nocaut.

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