Rancho Llano Alto, ubicado en el municipio de Villaflores, produce 100 mil litros de ácido húmico al mes y 50 mil kilos de composta, lo que «nos permite competir y abastecer un mercado local» aseguró su director general, Federico Montejo Camacho
Lucía Cruz/Notimexico.- Ante el alza en los precios de los insumos para el campo, es necesario revisar otras alternativas como los fertilizantes naturales como los derivados del humus, que se obtienen a partir de la descomposición de restos orgánicos y que funcionan como excelentes fijadores de nutrientes en la tierra, reducen costos de producción y ayudan a obtener mejores cosechas; dijo Federico Montejo Camacho, director general del Centro de Desarrollo Experimental y Educación Ambiental “Llano Alto”.
“El alza en el precio de los fertilizantes pone en alerta a los productores y representa una grave amenaza para la seguridad alimentaria”, sostuvo para Agencia Notimexico.
“Hace unas semanas, por ejemplo, el presidente del Comisariado ejidal del Municipio de Irapuato, advirtió que la siembra de granos está en riesgo su producción por no poder aplicar fertilizante a los cultivos, esto debido al aumento en los precios de la urea, cuyo costó, señaló, oscila en los 20 mil pesos por tonelada, cuando apenas el año pasado se conseguía en a 11 mil”.
Federico Montejo Camacho, quien es también Delegado Estatal de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Beefmaster, dijo que Chiapas no es ajeno a esta realidad, y que a pesar de los apoyos otorgados por el gobierno del estado a campesinos y productores, es necesario promover una visión sustentable de la agricultura y la ganadería, por ello, buscan acercar a las diferentes regiones de la entidad, el aprovechamiento de biofertilizantes como el ácido húmico, un nutriente de aplicación foliar que se obtienen de los lixiviados de la lombriz californiana, cuya eficacia está comprobada y certificada con organismos técnicos y profesionales.
“En rancho Llano Alto, ubicado en el municipio de Villaflores, estamos produciendo 100 mil litros de ácido húmico al mes y 50 mil kilos de composta. Esto nos permite competir y abastecer un mercado local que en estas regiones se vería enormemente beneficiado, particularmente en la producción agrícola de calidad que puede impactar en la crianza de animales de engorda. Mejor alimentación, mejor carne y derivados”, destacó.
Describió que la fertilización típica de una hectárea con aplicación de urea lleva por lo menos 12 bolsas del compuesto. Con el ácido húmico, sólo se ocupa una bolsa de urea pues apenas se mezcla medio kilo de ésta en 18 litros de agua combinados con dos litros de ácido húmico, se aplica de manera foliar en dos etapas del crecimiento de la planta, y los resultados son aún mejores.
“El problema –agregó Montejo Camacho-, es que los campesinos se niegan a creer en estos nuevos procesos, siguen esclavizados a las empresas productoras de fertilizantes sintéticos y desgastando sus tierras que cada año requieren de más y más gastos de producción.”
Lo que ahora buscamos es impulsar una campaña de información y formación de nuevos técnicos agrícolas, es decir, campesinos capacitados con una nueva visión del campo chiapaneco, y para esto, abriremos incluso carteras de crédito a cosecha, para que puedan probar y comprobar la efectividad de nuestros fertilizantes, concluyó.
El pasado 30 de marzo, el Grupo Consultores de Mercados Agrícolas (GCMA), reveló que los precios recabados de distribuidores en zonas de producción alcanzan los 23 mil pesos por tonelada de urea, cuando en marzo de 2021 la tonelada se ofertaba en 8 mil pesos, es decir, un aumento del 187% en el precio, siendo el consumidor final quien más resentirá el impacto de los precios.
